martes, 16 de septiembre de 2008

El pececito suicida

Hace unos dias tuvimos en el cole el Open Day, dia en el cual todos los alumnos muestran los trabajos que han venido realizando desde principios de año y ademas realizan un proyecto de ciencias.
En mi salon realizamos observaciones de animales, para lo cual pedi dos pececitos y un hamster. Ya se imaginaran el alboroto que causaron los animalitos en clase... era una locura diaria, todos alrededor tratando de agarrarlos,darles de comer, etc.
Finalmente, llego el dia en que las mascotas debian retornar a casa. Asi que alistamos a Jelly(hamster) y a los pececitos sin nombre. Todo iba de maravilla, cuando de pronto escuche un grito desesperado... ¡Miss!se me cayeron los peces!!!
Sali corriendo del salon y me encontre con los grandes ojos verdes de Renato, implorando por ayuda. Los peces estaban tirados en el piso intentando saltar, yo intentaba cogerlos para ponerlos a la pecera nuevamente, pero se me resbalaban de las manos, fueron los segundos mas estresantes de mi vida, viendo la carita de tristeza de mi pequeño. Tras varios intentos logre ponerlos de nuevo en su pecera.
Sin embargo, el lunes por la mañana nos dimos cuenta que lamentablemente solo uno de ellos sobrevivio a la caida.
Me puse a pensar que muchas veces somos asi, intentamos salir, buscar nuevos horizontes fuera de nuestras cuatro paredes, pero no siempre lo hacemos de la manera correcta. Nuestro impetu nos arrastra hasta llevarnos a lugares que no siempre son lo mejor para nosotros.
Con esto no quiero decir que no nos arriesguemos, porque el que no arriesga no gana, pero no olvidemos que nosotros a diferencia de este pececito tenemos a Jesus, el cual es nuestra mejor guia, y les aseguro, NO nos dejara caer.
Animemonos a saltar, pero siempre de manos de Jesus.